Teatro Municipal Rafael de Aguiar
Los teatros:
La historia cultural y artística de estos pagos, está ligada indisolublemente a la del Teatro Municipal “Rafael de Aguiar”, joya arquitectónica e histórica. Está tan ligada a San Nicolás de los Arroyos que es uno de los pocos edificios y monumentos locales que llevan el nombre del fundador de la ciudad. La fundación del Teatro Municipal Rafael de Aguiar no solo fue un hito para la ciudad, sino también para el país todo.
Don Serafín Carlos Morteo, un intendente progresista que gestionó en los períodos 1905/06; 1907/08 (junto a Adolfo J. Bruyant); 1909/1912, fue su máximo impulsor. Pero antes dos excelentes administradores de la comuna, Casiano Ruiz Huidobro (1892/93) y Dámaso Valdés (1903/04), ya habían tenido la inquietud e tener un teatro.
Morteo, un detallista preciso y eficaz, aceleró el proyecto de ejecución del teatro, que comenzó sus tareas el 5 de agosto de 1905. Se comenzaba así un camino de prestigiosos cultural en el país, con una sala teatral inédita en el interior
1906 construcción del teatro Foto: Cesar Bustos
Un Visionario
El intendente Morteo previó la necesidad de construir un teatro, “Por el adelanto social y material de esta ciudad”, en los postreros años del siglo.
Ya por entonces ésta era una zona pujante, y generosa con sus habitantes, y eso requería un lugar cultural acorde sus características.
El intendente trabajó sin descanso hasta 1908 cuando se inauguró el teatro, viajando continuamente a Buenos Aires, para seguir el proceso de construcción del Teatro Colón, contemporáneo de nuestro coliseo, y en cuya semejanza se montó el nicoleño.
La apertura del 10 de agosto de 1908 fue con toda la pompa necesaria de tan magno acontecimiento: en 1908 se inauguró con una ópera de prestigio, nada menos que “Manon Lescaut” (Al igual que el 13 de abril de 1998 cuando el teatro se inauguró después de trabajos de restauración con la ópera “Don Pasquale” por artistas del teatro Colón).
Teatro Municipal Rafael de Aguiar en la actualidad
Un Hito
En 1879 en el Teatro Guerrero, una Compañía Dramática de Aficionados que puso en escena el drama nacional en verso, original de Rafael Barreda, “Dios perdona”. Y también presentó la pieza original en verso del poeta nicoleño León Guruciaga, quien la había escrito especialmente para esa sociedad, que se estrenó el 13 de febrero de 1879, con el título de “Don Ruperto”. Esta obra de Guruciaga se considera una de las primeras realizaciones escritas y montadas en la historia del teatro argentino.
En 1875 el poeta León Guruciaga creó una obra de teatro cómica. En un primer momento se supuso que fue primera obra del teatro nacional estrenada en la Argentina. Pero con el tiempo un historiados continuó las investigaciones y se supo finalmente que fue la tercera obra del teatro nacional estrenada en el país.
El historiador nicoleño G. Santiago Chervo, señala que “León Guruciaga era un literato de alto vuelo, fue periodista y escritor. Pero solamente escribió Don Ruperto, y un libro en miniatura que es un cuento”.
Tres Teatros
En 1880 se sumó a la ciudad otra sala más, que hizo época: el Teatro “Principal”, que, entre otros empresarios, lo dirigieron José Olmos y Bau y José o Félix Sghinolfi y Cía.; estuvo instalado en calle Urquiza Nº 161 al 167.
Hacia el 1880, San Nicolás contaba con tres teatros (“San Nicolás”, “Guerrero” y “Principal”), que habla a las claras de la importancia del movimiento artístico y cultural de la ciudad, con destacados exponentes que traían sus obras a nuestros pagos.
Pero en 1883 se concretó la desaparición del Teatro “San Nicolás”, luego de 28 años de intensa actividad. Monumentos de historia, cultura y arte, en sus últimos años de vida, los teatros Principal y Progreso alcanzaron a ser contemporáneos del Teatro Municipal.
Altos del Teatro sobre calle De la Nación (con la fecha de inicio de la obra)
Foto: http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=184249
Teatro Municipal Rafael de Aguiar
El 10 de agosto de 1908, durante la intendencia de Adolfo J. Bruyant, se inauguró el Teatro Municipal
Una extraordinaria concurrencia, vestida de gala colmó las flamantes instalaciones de la elegante sala cuyo funcionamiento marcaba una nueva etapa de la actividad cultural de San Nicolás de los Arroyos.
La construcción de nuestro coliseo tuvo origen en una iniciativa del intendente Serafín Carlos Morteo, que tuvo inmediata acogida en el Concejo Deliberante, que dictó una ordenanza con fecha 11 de agosto de 1905 en cumplimiento de la cual se iniciaron los trabajos pertinentes.
Para su financiación se suscribió un empréstito público, que fue cubierto casi totalmente por el vecindario, completando la Municipalidad con recursos propios la cantidad necesaria para cubrir el costo.
El primer ladrillo fue colocado el 26 de abril de 1906, y ya el 31 de diciembre del mismo año, se techaba y revocaba el edificio.
La adquisición del terreno se hizo a la Sra. Ángela Marini de Castagnino y Angela Ghío. Los trámites y escrituración respectivos por el escribano D. Raúl Robredo. Se encomendaron los proyectos al ingeniero Juan B. Aramburu. La decoración la realizó un calificado pintor italiano, Rafael Barone. En tanto Domingo Nevano y Enrique Gabrieli fueron los constructores.
Para al administración de la obra se designó una comisión que presidió Morteo, e integraron Maximiano Vásquez, Eulogio A. Sánchez, León Bossús, Ignacio Aristarán, Isidoro Echeverría, Tiburcio Bustinza, José V. Molina, Federico Gard, y Juan Bicetti. El intendente Morteo y sus colaboradores viajaban cada tanto a Buenos Aires a estudiar aspectos de construcción del Teatro Colón, que se llevaba a cabo por entonces.
El mobiliario (sillas, mesas, espejos, butacas, percheros) fue importado a pedido, a la marca de fabricación europea más prestigiosa de entonces: Thonet de Viena (Austria).
El telón de boca y la cúpula fueron pintadas por el artista italiano Rafael Barone. Las escaleras del hall de acceso a tertulia y cazuela son de mármol de Carrara. El telón fue confeccionado con la misma tela que el Colón de Buenos Aires, y se trajo de Nápoles donde fue pintado a la témpera por el escenógrafo Mateo Cassella.
La sala tiene capacidad para 1250 personas (Actualmente esa capacidad por cuestiones de seguridad, se ha reducido a unas 800 personas aproximadamente).
Nueva restauración
Siderar inauguró en 1998, importantes obras de restauración y preservación de las instalaciones originales del histórico edificio. Las obras realizadas en el interior del teatro estuvieron destinadas a detener el deterioro provocado por las filtraciones de lluvias y perforación de cañerías, como al mantenimiento y preservación de las instalaciones originales.
En una primera etapa, efectuada durante el receso del verano 96/97, se restauraron y remodelaron los cuatro baños platea y tertulia. En el hall de entrada de la sala se construyó un nuevo sanitario, especialmente acondicionado para personas con necesidades especiales. En ambos casos, las tareas incluyeron el cambio total de revestimientos, pisos, cañerías, artefactos sanitarios, mesada, grifería y puertas.
Posteriormente y en una segunda etapa, Siderar tomó la decisión de profundizar su colaboración, ejecutando otros importantes trabajos de restauración. Los mismos, realizados en el período noviembre de 1997-abril de 1998, comprendieron: baños de cazuela y paraíso, cambio total de chapas y zinguería de techo, colocación de membranas en techos planos, restauración integral de carpinterías de madera y reparaciones varias de albañilería y electricidad.
Telon bajo del Teatro Rafael de Aguiar
Foto: http://www.coralsomisa.com/fotoscoro/t9.jpg
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